Cobán 29 de Noviembre de 1888
No te puedo describir como me alegro tu carta del 18 de octubre; llego el 25 de Noviembre o sea un día después de tu cumpleaños y es tu primera carta que he recibido aquí. Le entregue a August su carta y dijo que la contestara cuando tenga tiempo.
La semana pasa de miércoles a sábado, estuve en Sasís con Hermann. Ahora nos tratamos de tú, pues él te tutea a ti y es tu primo hermano. Desde luego nos vemos cada día. Con August Helmrich todavía nos tratamos de usted, pero esta fórmula también cambiara pronto por un tú. August H. solo llega el domingo por la mañana y se queda aquí hasta el lunes por la mañana, luego se va por el resto de la semana a Samac. El último domingo no llego, porque se lastimo ligeramente la parte inferior de la mano al utilizar por primera vez una sierra circular para cortar madera. Sasís queda hacia el este de Cobán, unas cinco horas a caballo. Es una finca cafetalera bonita y grande, que pertenece a Hermann y von Nostitz. Los cafetos todavía son jóvenes por lo que todavía no dan grandes cosechas; en cambio, el próximo año será mucho más abundante.
El suelo es bastante firme, generalmente tierra negra profunda de humus, que se formó hace miles de años por la descomposición de la vegetación. El río Cobán corre como frontera entre la región de Sasís y Chiacam (que le pertenecen a Willie A. Diseldorff, von Nostitz y Sapper).
Una condición principal de una finca es el agua, ya que después de despulpar el café hay que lavarlo. Despulpar es romper y quitarle la cascara exterior a la cereza, lo que ocurre por medio de un despulpador (grandes cilindros de cobre). Después de despulpar el café (procedimiento que se tiene que hacer el mismo día en que se cosecha), se vierte en grandes baños llenos de agua, para quitar la miel o mucilago, una mucosidad que tiene la segunda cascara amarilla; después de ocurrido esto, se lava, se seca, y se escoge y después se rompe la piel amarilla y plateada por medio de máquinas especiales. Entonces el café está listo para ser enviado. Se debe conocer cada procedimiento y los errores que ocurren durante el beneficio pueden deteriorar la calidad del café inmediatamente.
En Sasís encontramos al señor von Nostitz. El mayordomo de la finca es un alemán, Behlen, que siempre está allí a cargo y lo supervisa todo. Tuvimos que llevar frazadas, etc. De Cobán, la mayor parte del tiempo no fue muy buena, pues llovió muchas veces; no obstante, me gustó mucho y ahora estoy tan bien que no me podría ir mejor. Nos la tuvimos que arreglar con pocas cosas. Faltaba pan y tuvimos que comer tortillas, las que me gustan mucho cuando están bien hechas y bien calientes. Desde luego dormimos todos juntos en un cuarto, también el perro, el que por las noches le pego a Hermann con la cola infortunadamente en la nariz, lo que lo enojo mucho. La especie de perros de los europeos aquí es una raza llamada Ulmer dogge, que importo Willie Dieseldorff. Todos poseen un perro, hasta August tiene uno, que se llama Prinz. El de Hermann se llama Nero; el de von Nostitz, Lump; el de Behelem, Ella; el de Sapper Sack y el de Hesse, Emil.
EL 28 a las siete de la mañana ire con Nostitz y los dos Sapper a Chiacam por unos cinco días. Claro que tenemos que llevar camas, frazadas, etc. Espero tener mucho éxito en el “Tour” ojala que no nos llueva. Chiacam queda a unas cinco horas de Cobán; allí vive el primo de Richard Sapper, Ludwing Euler. Después que regrese iré por 10 días a la finca Samac, de August Helmrich para aprender algo sobre el beneficio de café. August se alegra mucho de tenerme allí, porque nunca ve a nadie con quien él pueda intercambiar ideas. El próximo año, como en mayo, piensa viajar a Alemania y regresar en octubre. Su finca promete uno cosecha rica y bonita y “Samac” es conocida como la del mejor café del distrito de Cobán y conforme a eso le pagan. Hablamos que no se excluye que August traiga aquí a su hermana de visita por un tiempo (de unos ocho meses) y que tú pudieras unirte como tercera persona del viaje.
Primero me pareció como una broma, sin embargo ahora ya no veo tantas dificultades en el viaje a Cobán. La pregunta es que van a hacer ustedes aquí, pues no hay compañía que les convenga, excepto los caballeros, claro que ahí esta Agnes, talvez Adela y la señora
Thomae y talvez una u otras dos. La cosa la considero todavía como una broma, sobre todo porque todavía no puedo saber cómo se desarrollara mi futuro. En Cobán no me estableceré, porque aquí no se puede hacer gran negocio, para ello la producción es muy pequeña; talvez pueda hacer algo más por el lado del Pacifico. El 26 fui con el doctor
Karl Sapper a buscar antigüedades y encontré dos cabezas de ídolos incompletas y lindo fragmentos de vasijas de barro y cuchillitos de piedra. El 27 visite a August en
Samac. Mi cítara fue aceptada aquí favorablemente.