De acuerdo, antes que comencemos con este nuevo viaje disfrutando de las anécdotas de otras épocas vividas por terceros, permitámonos definir que hace un explorador, pues con este término será reconocido en innumerables casos Maudslay.
Explorar:
“Reconocer, registrar o averiguar con diligencia una cosa o un lugar” (Real Academia Española)
De acuerdo con este término, Maudslay llevó a cabo cada una de ellas y de una manera sin presente, sus aportes disponibles en museos del mundo fueron documentados desde su primer contacto con Guatemala en 1881 hasta el último de ellos en 1894.
Alfred Percival Maudslay nació en cercanías de la ciudad de Londres, Inglaterra en el año de 1850, estudió Ciencias Naturales en la Trinity Hall, Cambridge; para su vida universitaria intentó completar la carrera de medicina, pero problemas de salud le obligaron a abandonarla, padecía bronquitis aguda.
Ejerció cargos administrativos como diplomático británico que le obligaban a viajar y mantenerse en constantes travesías, Queensland, Fiji, Tonga y Samoa, entre otros, varios años pasaron hasta que en febrero de 1880 renuncia para dedicarse a alcanzar objetivos personales y es así como comenzará sus viajes a Guatemala.
Llega a Guatemala por primera vez a principios de 1881, y nada menos que Franz Sarg, es su anfitrión a partir de marzo de aquel año, Sarg le brinda a sus mejores trabajadores para que le acompañen y sirvan durante sus diversas travesías por todos los puntos cardinales y rincones del país además de albergarlo en su casa ( actual Casa Solorzano).
Franz Sarg agrega:
“La primera aparición en la Verapaz del investigador inglés de los mayas, Alfred P. Maudslay, conocido mío de San José, tuvo lugar en marzo de 1881, él llegó a mi casa después de una estadía de dos meses y medio en las ruinas de Quiriguá; a ésta sucedieron otras visitas en el transcurso de los años que lo pusieron en contacto con el departamento. Después de que me inició en sus planes, me empeñé en fomentarlos con todas mis fuerzas; esto se hizo mediante el enganche, equipamiento y aprovisionamiento de los asistentes y cargadores, tanto en la primera como en todas las siguientes oportunidades.”
“Entre las personas que empleé permanentemente como cazadores y que había instruido para las colecciones zoológicas y puesto a prueba durante largo tiempo, figuraban los hermanos Gorgonio y Carlos López, provenientes de Cahabón, dos hombres modestos, muy honrados y de buen corazón, los más inteligentes y confiables; éstos le proporcioné a Maudslay como acompañantes y conocedores de la lengua, cuando continuó su viaje a Petén a principios de abril. Ambos le hicieron tanta honra a mi recomendación que Maudslay ya no quiso realizar ninguna expedición posterior sin ellos; en el libro A Glimpse at Guatemala, que publicó junto con su esposa, en Londres, en 1899, y que adornó con preciosas ilustraciones conforme a sus propias tomas fotográficas, los elogia y reconoce repetidamente por su lealtad; ellos a su vez le recompensaron su trato siempre bondadoso con una devoción francamente ciega.”
… “Así me ocurrió en febrero de 1882, cuando cabalgué hacia Panzós para conocer “La Esperanza”, tuve que esperar su llegada tres días, pues demoró ese tiempo para pasar la barra del Río Cahabón. Aunque el barco no estaba lejos, pues podía oír su silbato, estuve a punto de no esperar más y envié a mis cargadores con el equipaje y el catre a la estación anterior; sin embargo, antes de partir, ya venía el vapor. Antes de que hubiera terminado con el reconocimiento, apareció Maudslay en un cayuco, quien también lo había esperado conmigo.”
Es durante estos viajes y gracias a ellos que a Alfred Maudslay se le atribuyen las primeras fotografías de las estructuras de las ciudades de Quiriguá, Izabal y Tikal, El Petén, entre otros sitios.
En 1882, realiza una expedición a Menché; en el año 1887 realizó otra expedición, que le permitió visitar las ruinas de Rabinal; después viajó a la colonia Belice pasando por Cahabón, lugar al que le dedica una interesante descripción con una ilustración.
Dentro de todo su registro documental y fotográfico, narra y transmite detalles sobre la vida en la Verapaz y Cobán, además, de este último reproduce ilustraciones de la iglesia y el Calvario.
“Las cabañas de los nativos están separadas unas de otras por jardines de arbustos en flor, árboles frutales y rosales, […] aunque las cabañas indias son en su mayoría del orden de zarzo y paja, no faltan viviendas de piedra y tejas rojas entre ellos; y también hay una forma intermedia de casa peculiar en el barrio de Cobán en el que los muros son de “chute”, los troncos toscamente cuadrados de helechos arborescentes, colocados juntos en el suelo y estrechándose ligeramente hacia la parte superior. A diferencia de la madera, estos postes de helecho son totalmente insensible a la humedad, de modo que, aunque el extremo del poste está incrustado en el suelo siempre húmedo, durará siglos, y rampas de una casa vieja se venderá tan bien como las nuevas”.
Para 1892, Alfred se une en matrimonio con la estadounidense Anne Cary (1847 – 1926), su compañera de vida se convierte en aliada para las posteriores documentaciones, fotografías y demás registros que los Maudslay llevaron a cabo en Guatemala; fue tanta la complicidad por seguir documentando que para su luna de miel cuyo destino sería Guatemala, incluyeron en su equipaje negativos de vidrio y yeso para moldes, materiales que les ayudarían a crear registros durante su siguiente viaje de exploración.
Partieron de Liverpool en octubre de 1893 y luego de un largo viaje finalmente lograron llegar a su destino en febrero de 1894, siendo este, el caluroso departamento de Zacapa, Guatemala; ahí trabajaron durante dos semanas (parte de su luna de miel) en nombre del Museo Peabody de la Universidad de Harvard; el resultado de dicho trabajo se publicó en 1899 como “A Glimpse at Guatemala” (Un vistazo a Guatemala).
Además del libro conjunto con Anne, Alfred Percival Maudslay publicó 4 volúmenes, con fotografías y grabados de las estructuras mayas y un volumen narrativo con el recuento de sus expediciones por México y Guatemala, estos documentos forman parte de los registros de exploración e investigación que se realizaron entre 1889 – 1902 por parte de los ingleses; el corpus denominado “contribuciones para el conocimiento de la fauna y flora de México y Centroamérica” está formado por 63 volúmenes, conteniendo 1677 litografías que representan 18,587 objetos, fueron recolectados 50,263 especies diferentes de fauna y flora, descubriéndose 9,263 especies nuevas y como se indicó se incluyen los 5 volúmenes de Maudslay sobre temáticas arqueológicas.
Sin más que agregar (por ahora) y abriéndote la puerta a historias sobre el país, el departamento y nuestro Cobán de hace casi un siglo y medio comencemos el viaje.
Referencias:
- Diccionario de la Real Academia Española
- Fernández Ordóñez, Rodrigo: Maudslay, arqueólogo, fotógrafo y viajero
- Memorias de Franz Sarg; Parte VII. 2 – VIII – Verapaseando
- Maudslay, Anne Carey & Alfred Percival Maudslay. Chapter XI: Coban and The Verapaz, en A Glimpse at Guatemala And Some Notes on the Ancient Monuments of Central America. Published: 25 January 1900