Cartas de Erwin P. Dieseldorff | Carta #25

Cobán, 17 de abril de 1889

 

Te escribí hace 15 días y lamentablemente no he recibido carta tuya entretanto. August me pidió enviarte muy cariñosamente saludos. Está tan ocupado que no tiene tiempo para la correspondencia privada. Ha dado órdenes para que Ferdinand Kraus te envíe un saco de café de Cobán, como regalo de August. Él espera que te sirva de algo.

Últimamente el tiempo ha estado bastante caliente aquí, sobre todo durante las horas del mediodía, pero anoche tuvimos una tormenta y fuerte lluvia que enfrió el aire, de manera que hoy es tan suave como el aire de primavera. Esta semana, Semana Santa, los indígenas trabajan muy poco y el jueves y viernes santo cierran todos los negocios.

Los indígenas se regocijan en festividades, como la fiesta de zarabandas, también con procesiones de figuras de cera o de madera, pintadas de colores horriblemente y ataviadas con vestidos y listones de colores y demás chucherías. Los indígenas siguen las imágenes de los santos en andas a paso de tortuga por la ciudad, honrándolas, sin sombrero, en vestido de fiesta, las mujeres con una candela de sebo en la mano; de vez en cuando murmullan sin que se entienda lo que dicen, han de ser oraciones, a veces cantan y se oyen sonidos terribles de trompeta que conmueven hasta los tuétanos, en general, la música que generalmente acompaña las procesiones es bastante ignominiosa, nace completamente del paganismo. Ahora, si los indígenas llevan delante de sí una figura de santo o un ídolo, es igual, su creencia es meramente animal  o infantil, y ellos apenas pueden reflexionar sobre su creencia.

 

Las Cortesías, 3 de agosto de 1930-40 aprox
Colección 8

 

Cuando una vez se le preguntó a una muchacha, “¿dónde está Dios?”, ella dijo, en la iglesia de San Cristóbal (un pueblo vecino), y cuando se le quiso explicar que eso no era así, sino que Dios estaba en todas partes, empezó a maldecir a los “paganos”. Aquí todos son supersticiosos, uno debe cuidarse de no convertirse en víctima de tales creencias. El señor Poltschbach, ex-administrador de la finca Chiacam de Willie Anton Dieseldorff se encuentra en una situación terrible. Los hombres y las mujeres le huyen, pues creen que él come carne humana; el pobre hombre está de lo más infeliz por esta situación y es casi imposible ayudarle. Un enemigo suyo inventó todos estos rumores. August Helmrich sale de viaje en 10- 14 días de aquí y se va vía Lívingston, Nueva Orleáns y Nueva York a Bremen .

Los últimos 15 días estuve viajando y por eso perdí el correo entre medio. Fui a Puenla, Panima, Pansal, Tucurú y más tarde a Dolores y Cubilgüitz, este último está ubicado en el norte en el camino a Petén. Este es el camino más infame que te puedes imaginar, ya que durante diez días conduce a través de regiones selváticas deshabitadas. A veces hay peligro de quedarse uno atascado en el lodo, piedras rozan los pies, el camino se vuelve estrecho en los abismos, los puentes están en un estado extremadamente peligroso etc., siempre hay que cuidarse de no tener un accidente; ¡no puedes imaginar un camino como ese!

El tigre centroamericano (no peligroso) y los tigrillos todavía aparecen mucho en esas regiones. Fui a ver Cubilgüitz, ya que está de venta. Es un bonito terreno, algo muy caliente, apropiado para café. Tiene 30,000 cafetos y unas 500 piezas de ganado y 20 caballos. Mañana iré a Sasís y de allí tal vez a Senahú.

 

*. Las fotografías presentadas, no pertenecen a la historia, se emplean con fines ilustrativos.

Más info: Cartas de Erwin Paul Dieseldorff 

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