
Finca de Cafe en las Verapaces




Cobán, 1 de abril de 1889
Con este correo le escribí al Doctor Sohle, en cuya carta le pido un crédito de 100,000 marcos. ¿Por qué? Te lo quiero explicar a continuación. He decidido dedicarme al negocio del café, es decir volverme finquero. La gran ventaja que tiene este negocio es que es tan excelente para la salud y porque uno siempre puede estar libre por cierto tiempo sin grandes pérdidas, además, con una buena propiedad y administración deja tanto más cuenta que cualquier otra cosa.
Entonces, lo único correcto es comprar una finca hecha en tres cuartas partes, como las ha habido y las hay, sobre todo ahora, en cantidades y baratas; en dicha finca hay mucho que hacer y eso me gusta, pero como todavía se tiene tiempo libre, se puede cultivar a la vez una finca nueva. Entonces, mi plan es tener otra finca a la par de la nueva, o sea comprar terreno selvático del gobierno y cultivarlo. Eso cuesta poco y es una excelente fuente de dinero. Pero, como creo entender el café mejor que los ladinos y como aprendí de un excelente maestro de escuela (el señor Hagmann), creo que voy a tener gran éxito. La única cuestión es el capital necesario, y si calculo bien, debo poder disponer libremente de 150,000 marcos. El 1O de junio recibiré 45,000 marcos y al Doctor Sohle le pedí un préstamo de 100,000 marcos. Él te solicitara consejo.

1890-1920 aprox
Colección Carlos Hugo Sarg.
Ahora quiero pedirte mucho y encarecidamente que me des tu aprobación (y satisfagas mi deseo). El capital está ahora en valores del Estado a 4.5 por ciento. Quiero pagar 5% e hipotecar mis siguientes pagos al total de mi herencia. ¿De qué me vale la fortuna si está muerta para mí? Yo quiero trabajar y necesito capital para no tener que trabajar durante años innecesariamente. El dinero lo invertiré en tierras, o sea una inversión más segura que ésta no puede haber para mí. No veo ninguna razón por la cual el albacea se pudiera oponer a esto; el los sólo tienen que administrar el capital y yo les aseguro una inversión de capital más alta que hasta ahora. Creo firmemente que Papá me hubiera dado el capital. Yo mismo me dejaré algo de tiempo con la compra, pues lo que se compra rápido, se compra mal, pero cada instante debo poder disponer de capital para crear una verdadera finca.
He hablado sobre mis planes con August, Hermann, los Sapper y von Nostitz y todos consideran que mis puntos de vista y planes son correctos y bien pensados. Te incluyo la copia de la carta que le escribí a Doctor Sohle. Si no se me concede el crédito, sería bastante infeliz. Quiero heredar no sólo dinero, sino también ganarlo. La parte de mi herencia asciende a unos 700,000 marcos, o tal vez más; ahora, si de eso deseo obtener 100,000 marcos a crédito, entonces seguramente no será demasiado. Por lo demás, también pudiera obtener dinero de otros, pero prefiero hacer este negocio con mi herencia, ya que allí hay tanto dinero muerto para nosotros.
Mañana salgo a caballo al distrito de Purulhá con el señor Oskar Richard Wilhelm, de los Sarg, para ver allí el café; en cuatro días estaré de regreso. Después iré por dos días hacia el norte y luego con Nostitz a Sasís. Nostitz y Hermann Helmrich son socios de esa finca, que tiene un gran futuro. Di orden de vender mi caballo en Miramar, lo cual me dejará ganancia.
August está muy ocupado por el momento. De aquí hasta julio hay buen tiempo. El precio del café está tan alto que se hacen buenos negocios. Estoy muy ocupado a mi manera, pero también tengo poco que contar. En mi próxima carta te daré un informe sobre mi nueva excursión.
El Doctor Sapper está ocupado en el norte midiendo terrenos. He coleccionado bastantes minerales para él y descubrí las primeras petrificaciones bien conservadas; esto es un gran hallazgo científico, que tiene gran significado por lo que el doctor Sapper todavía será mencionado muchas veces y le quiero dejar la fama. Cuando estoy viajando no se me escapa ninguna piedra o mineral. Cada día me bajo unas 20 veces del caballo o tengo a un indígena que camina conmigo y me alcanza las piedras; así, pronto conoceré la estructura de la geografía de Guatemala.
Ha estado lloviendo aquí los últimos días, pero hoy amaneció bonito, el sol brilla, el cielo está azul.
*. Las fotografías presentadas, no pertenecen a la historia, se emplean con fines ilustrativos.
Más info: Cartas de Erwin Paul Dieseldorff