
New Liverpool y Abbottsville de la Verapaz II
By Juan Moncada 2 semanas agoEs a raíz de unos nuevos mapas recientemente localizados, que fue posible ubicar los poblados de New Liverpool y Abbottsville, dando paso a esta nueva investigación sobre la “Compañía Británica de Agricultura, Comercio y Colonización” o “Compañía Comercial y Agrícola de la Costa Este de Centro América”.




Abbottsville de la Verapaz
El famoso vapor Vera Paz, llegó a Izabal en noviembre de 1837 demasiado tarde para levantar el ánimo de los desilusionados colonos o para salvar los asentamientos.
Fletcher, se empeñó en que el Vera Paz iniciara sus operaciones entre Izabal y Belice, aprovechó su viaje para explorar el área de Santo Tomás, el curso del Motagua a partir de Gualán y el valle del Río Polochic. Escogió una cima sobre el Río Boca Nueva a poca distancia de la confluencia del Polochic, para establecer un asentamiento al que propuso llamar Abbottsville, en honor a Peter Harris Abbott, presidente de la Junta Directiva de la Compañía.

1876
Boca Nueva o Abbottsville sería un punto de apoyo atendido comercialmente desde Panzós, el más alto en el curso de la navegación sobre el Polochic, donde se construiría el embarcadero. Los directores de la Compañía imaginaban un gran imperio comercial y agrícola centrado en Santo Tomás y Abbottsville, unido mediante un sistema de transporte por tierra y agua monopolizado por la Compañía. Santo Tomás se tenía como el futuro centro de operaciones, conectado por vías terrestres con los embarcaderos situados más al norte de las barras en las desembocaduras de los ríos Motagua y Dulce, donde los barcos de vapor operarían río arriba, hasta los centros de navegación. Santo Tomás sería el puerto marítimo de calado profundo servido por el vapor Vera Paz, que operaría a Belice o a La Habana y en última instancia, directamente hasta puertos europeos.
Para empezar el cumplimiento los directores decidieron seguir adelante con los preparativos del centro de recepción en Abbottsville. Con este propósito, adquirieron un barco de vapor de menor calado, bautizado con el nombre de Polochiquito, para servicio en el Polochic. Compraron casas prefabricadas, con su mobiliario, para erigir el poblado. Además, pidieron madera adicional de Estados Unidos, reclutaron artesanos y obreros para los trabajos de limpieza y de construcción.
Luego de algunos alterados y disputas con Fletcher, la compañía habia instruido a Young Anderson para relevar a Fletcher como nuevo superintendente, además de encargarse de la elección de un nuevo lugar para el asentamiento.
Carta No. 15 del Sr. Anderson, 26 de julio de 1838:
“Boca-Nueva, como asentamiento comercial y agrícola, es muy superior a New Liverpool.
No puedo hacer otra cosa que señalar a la Compañía un lugar que, por las ventajas de su ubicación—su salubridad, su abundante corriente de agua clara afluente del río Polochic (y navegable por más de una milla), su suelo fértil y su proximidad a caminos públicos—es particularmente adecuado para convertirse en el sitio de una ciudad próspera.”
Carta del Sr. Anderson, 1838
“Con referencia a mi comunicación N.º 15, en la que señalé a la Junta las ventajas superiores de Boca-Nueva en comparación con New Liverpool, y llamé su atención sobre lo que suponía ser un hermoso y extenso valle de tierras onduladas, detrás de una cadena de colinas en esa zona, que creí que sería una región altamente privilegiada, libre de plagas y con un clima adecuado para constituciones europeas, ahora tengo la satisfacción de informar a la Junta que Henry Nairne (empleado de la Compañía), habiendo explorado parte del país desde que me dirigí a ustedes, me informa que es, en todos los aspectos, tal como lo esperaba.
Ya hay alrededor de 200 familias indígenas asentadas, así como varios otros individuos.”
Carta No.28 del Sr. Anderson 13 de junio de 1839:
“He vuelto a examinar Panzós, y confirmo lo que ya indiqué al respecto. Pero las fuertes lluvias (a las que estuve expuesto durante varios días y noches) me impidieron examinar esa parte del país recomendada por los indígenas como la mejor para establecerse.
En su lengua se llama ‘Osh-la-Hoohah’, o ‘Las Trece Aguas’. La describen como una meseta de considerable extensión, pero, según dicen, demasiado fría para ellos.
Sin embargo, por lo que he podido saber, su temperatura debe ser similar a la de Guatemala.
Las ‘Trece Aguas’ que la recorren se unen más abajo para formar el río Boca-Nueva, que, como ya indiqué, baña la base de la colina elegida como sitio para Abbottsville.”

Le Magasin Pittoresque 1867
A finales de febrero de 1840 el nuevo superintendente nombrado Anderson, zarpó de Londres acompañado de 68 personas, tambien llevando consigo el Polochiquito, así como los materiales y mobiliario para las casas prefabricadas, provisiones para un año completo y el carbón que serviría de combustible a los barcos de vapor. Después de su llegada a la barra del Río Dulce, a principios de abril, y después de concluir la prueba exitosa del Polochiquito, los pasajeros siguieron río arriba, desde Boca Nueva hasta Abbottsville[1], donde encontraron chozas a medio hacer, que pudieron completar con la mano de obra adicional de que disponían.
Durante los primeros meses, Abbottsville se desarrolló de acuerdo con el plan. Anderson dio prioridad a la construcción de las viviendas para el recibimiento del siguiente contingente de colonos, y pronto hubo casas típicas del lugar y casas prefabricadas de modelos importados, situadas en ambos lados de la calle principal. El nuevo mercado de comestibles y la posibilidad de trabajo atrajo a los indígenas del área que llegaban a vender sus productos y a desempeñarse como obreros. Para finales de 1840 la población aumentó aproximadamente a 80 habitantes, y se formaron otros dos caseríos indígenas en los alrededores.
Federico Crowe un misionero protestante[2] fue nombrado maestro, corrobora esta informacion:
“Unos ochenta colonos habían sido ubicados en Abbottsville, en el Boca Nueva, algo más arriba en el valle del Polochic que New Liverpool, y el agente de la compañía vino a Belice.”
Con el entendimiento de que yo sería el maestro de escuela de la Compañía, y que cualquier esfuerzo de carácter religioso entre los colonos o los nativos sería puramente voluntario y bajo mi propia responsabilidad, acepté acompañarlo a Abbottsville, con el fin de conocer el lugar.
Antes de salir de Belice, la aprobación de la iglesia —a la cual yo había ministrado ocasionalmente— fue solemnemente otorgada a mis esfuerzos propuestos, el 1 de enero de 1841, y en pocos días embarqué en el vapor de la Compañía, el Vera Paz, rumbo a Izabal, en el Golfo Dulce.
Fui bien recibido por los colonos en Abbottsville, y satisfecho con las perspectivas del nuevo asentamiento que, aunque lejos de estar bien planificado, era muchos grados mejor que lo que había sido New Liverpool. Llevé a mi esposa conmigo y ocupamos una bonita cabaña de madera, construida en Londres, situada al borde de un precipicio que daba sobre una amplia llanura apenas despejada, todavía cubierta con enormes troncos de árboles no quemados y rodeada de tocones altos y macizos.
Mi veranda con celosías ofrecía una vista del Boca Nueva, un arroyo de montaña rápido, y de los gigantescos árboles de la selva virgen que se extendían a lo largo de un amplio valle, formando un manto continuo de exuberante verdor que se derramaba hasta las cimas de las audaces y altas cadenas montañosas que delimitaban el paisaje al norte y al sur. Estas montañas marcaban los límites del poderoso Polochic, y parecían terminar solo donde comenzaba el vasto océano. Estos refugios boscosos, inaccesibles al pie del hombre civilizado, son aún el retiro de los indios bravos, o tribus indígenas salvajes. A través del valle podía seguirse la línea serpenteante de vegetación más densa que marcaba las riberas del majestuoso río en su curso hacia el lago de Izabal —un río que, según esperaban fervientemente los proyectistas de la colonia, sería la gran vía de comercio entre la costa oriental y la capital, y que ya había sido navegado por el pequeño vapor de la Compañía, el ligero y elegante Polochiquito.

Compañía Británica de Agricultura, Comercio y Colonización
Entre los colonos que componían la mayor parte de la pequeña comunidad había obreros alemanes, artesanos ingleses, juerguistas franceses y una mezcla heterogénea de soldados irlandeses, campesinos portugueses y colonos de Belice. Además, había algunas familias ladinas —una de ellas habitante original del lugar—, y las demás habían sido atraídas por el gasto libre de los fondos de la Compañía. A veces se empleaban como jornaleros a más de cien indígenas de Cahabón y de Tierra Caliente (una región al norte y oeste de Abbottsville).
La pequeña colonia, paralizada por la falta de laboriosidad y socavada por toda clase de maldades, fue varias veces convulsionada por disturbios internos y fue escenario de más de un acto sangriento. Muchos de los nativos que eran atraídos al lugar eran de tal índole que otros pueblos y aldeas se beneficiaban de su ausencia; pocos habían sido expulsados por sus autoridades locales, quienes poseían el poder de desterrar a vagabundos problemáticos, sin importar el daño que pudieran causar en otros sitios.
Para el tercer año, muchos de los colonos se habían dispersado. Los fondos de la Compañía también empezaban a agotarse y había poca esperanza de que cumplieran con los términos establecidos, aunque el plazo fijado en su carta ya había sido prorrogado más de una vez.
Además, Abbottsville para 1838 habían colonos británicos viviendo en los asentamientos de: Thirteen Waters[3], New Liverpool, Chamiquin. Además de enlistarlos se aclara en la cláusula 27 de las Instrucciones al Superintendente de la Compañía en Centroamérica
y en cualquier otro (lugar) que pueda contemplarse en el futuro, deberás reservar los espacios necesarios para iglesias, muelles, almacenes y otros edificios y obras públicas, así como cualquier terreno que consideres que será requerido posteriormente para el servicio de la Compañía, o que contenga caoba en cualquier cantidad.

Julio Rossignon un migrante francés nombrado director de los trabajos científicos de la colonia de Santo en 1843 se refiere a Abbottsville asi:
…hace ya muchos años que la Verapaz llamaba la atención de los colonizadores. Algunos años antes una compañía inglesa había tratado de colonizar una parte de este vasto e interesante territorio cerca de Telemán, en un lugar llamado Boca Nueva ó Abbottsville.

Sin embargo, pese al romanticismo la venta de tierras en Verapaz no prosperó, se hizo menos atractiva para nuevos colonos, aunque las ofertas fueran cada vez más generosas. En consecuencia, la Compañía se vio forzada a posponer la salida de sus barcos con inmigrantes una y otra vez y finalmente, a abandonar el proyecto.
Con el hundimiento del Polochiquito parece haberse perdido casi de inmediato la moderna ruta de navegación y el consecuente regreso al transporte tradicional de lanchas, que podían navegar río arriba desde Panzós hasta Telemán, otra vez hizo de este puerto la base más alta de navegación y el punto de inspección fiscal. De allí en adelante el comercio pasó por alto Abbottsville, que perdió su función de punto de apoyo. Panzós regresó a ser un centro de comercio de contrabando. La moral decayó en Abbottsville, al mismo paso que su suerte. La Compañía incumplió sus obligaciones hacia los empleados, surgió la violencia y el desorden. La sobrevivencia se tornó en la principal preocupación de los colonos. A principios de 1842, el pueblo tenía entre 120 y 125 habitantes, pero sólo una sexta parte eran colonos.
Abbottsville, así como antes New Liverpool, se desintegró y desapareció. El Vera Paz, por el desuso, se hundió anclado en la bahía de Belice a mediados de febrero de 1843. Para agosto de 1843, la colonia inglesa había resultado ya en un fracaso. El abandonado asentamiento fue ocupado lentamente por indígenas y ladinos.
Posteriormente las tierras de y los contratos de la Compañía Comercial y Agrícola de la Costa Este de Centro América pasaron a formar parte de los activos de la Compañía Belga de colonización quien se estableció en Santo Thomas formando la Comunidad de la Unión.
Los términos del contrato original eran desarrollar las vías de comunicación, tanto terrestres como fluviales, por esta razon los ríos Motagua y Polochic eran los principales y los afluentes Gualán y Cahabon fueron los límites. En el primer contrato 1834-1840 la Compañía Comercial y Agrícola de la Costa Oriental de Centroamérica se enfocó en la navegación vía Polochic-Panzos, después de su fracaso la Compañía Belga de Colonización adquirió los derechos y renegocio el contrato enfocándose en la navegación fluvial via Motagua-Gualán.
El éxito fantasioso de la Compañía Verapaz llegó a oídos de los belgas, según un documental titulado “Tu ne verras pas Verapaz”, y los nuevos migrantes belgas antes de abordar el barco cantaban alegremente:
¿Quién quiere ir a Verapaz?
Allá no hay necesidad de trabajar
Simplemente tome y bebe tranquilamente
y duerme como un cerdo
Julio Rossignon también comenta algo similar en el puerto de Amberes:
Los colonos, antes de embarcarse, repetían en coro el final de cada copla, de lo cual no recuerdo sino las palabras:
¡Verapaz et pleasure!
¡Verapaz y placer!
[1] El asentamiento llamado Abbottsville se encontraba muy cercano al rio de Boca Nueva, algunas veces se refieren como sinónimo y otras veces hablan de ellos por separado como en este caso
[2] Posteriormente se le conocería como el primer vendedor de biblias en Guatemala.
[3] En su lengua se llama ‘Osh-la-Hoohah’, o ‘Las Trece Aguas’. La describen como una meseta de considerable extensión, pero, según dicen, demasiado fría para ellos. Carta 28, Anderson 13 de junio de 1839
Revisión:
Ingui Zeceña
Este como todos los trabajos de Verapaseando subtitulados como “Primeros Datos” esta sujeto a correcciones, ampliaciones, modificaciones posteriores.
Traducción:
Juan Moncada
Referencias:
- Bibliothèque nationale de France, département Cartes et plans, GE C-208
- Brief Statement, Supported By Original Documents Of The Important Grants Conceded To The Eastern Coast Of Central America Commercial & Agricultural Company By The State Of Guatemala. Second Edition
- Crowe Crowe Federick. The Gospel in Central America
- Del Cid Fernández, Enrique. Llegada de los primeros alemanes a Guatemala como consecuencia de la colonización belga, 1843-1945
- Legh Page, Esq. Notas sobre un viaje de Belice a Guatemala y regreso por el rio polochic en 1834
- Griffith, William J. Empires in the wilderness: foreign colonization and development in Guatemala, 1834-1844
- Haefkens, Jacobo. Viaje a Guatemala y Centroamérica
- Montgomery G. W. Narrative of a Journey to Guatemala.
- Rossignon, Julio. El porvenir de la Verapaz.
- Wassem, German Alfonso. El inmigrante 1847 Jacobo Fahsen