Por: Edgar R. Champney
Esta es una foto centenaria de mi familia por parte de mi madre de origen cobanero.
En ella aparece mi abuela Isabel Coronado Motta de Zúñiga, hija de José María Coronado, propietario en el siglo XVIII de las fincas Sonte y años después también de Sachichaj, localizadas al norte de Cobán, casado con Anita Motta, ambos sepultados en el ala elevada a mano derecha del Calvario de la ciudad Imperial, donde se pueden leer perfectamente los nombres en las lápidas respectivas de cada uno. Además, allí mismo puede leerse el nombre de David Coronado Motta, hermano de mi abuela Isabel, quien contrajo matrimonio con mi abuelo, originario del barrio de Aranjuez en San José, Costa Rica.
Mi abuelo Juan Rafael “el Tico”, llegó a Cobán en calidad de asilado político con su hermano Mariano Zúñiga Castro y su cuñado, un Licenciado de apellido Fernández, después de que el hermano mayor, Tobías Zúñiga Castro pretendió llegar a la presidencia de Costa Rica. El presidenciable se refugió en New York, EE. UU., después que la asamblea declaró ganador de las elecciones en esos días de revueltas en esa nación Centroamericana.
Mis abuelos procrearon 7 hijos que podemos ver en la fotografía, en la fila de atrás posaron mi tía María Amalia, mis tíos Ricardo y Alfredo, seguidamente mi madre María Cristina, en la fila de abajo están mi tío Juaco. (Joaquín) y mi tía, Luisa Elena, luego esta mi abuela materna, Isabel y por último mi tía María Teresa, todos de apellidos Zúñiga Coronado.
Mi tía María Teresa, fue la madre de mi prima Helen Lossi Zúñiga de Laugerud quien fue esposa del General Kjell Laugerud García y por ende primera dama de la nación en el periodo 1974-78, quienes dejaron erigidas muchas obras en Cobán y en toda Alta Verapaz, entre ellas el hospital regional, que lleva el nombre de Helen, por haber sido ella quien se interesó en concluir este centro en beneficio de la comarca que tiene a Cobán como el centro de desarrollo de toda el área norte de la República de Guatemala.
Yo soy orgullosamente nacido en Senahú, A V., y me llaman cobanero, como a todos los verapacenses, aunque nuestro “chup” esté en los otros municipios del departamento que conocemos con el mote de “Siempre verde”.