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El Calvario

El Calvario

Construido por instancias y riquezas del devoto Mayordomo indígena Francisco Pop, a principios de Siglo XIX. El encargado de la construcción fue su cuñado, alarife de San Pedro Carchá, del cual se dice que bañaba con leche los bejucos que utilizaba para amarrar la madera. 

El conjunto arquitectónico de el Calvario presenta tres partes principales: 1) El templo, 2) el cementerio y 3) las gradas de acceso.

El templo original tenía menores dimensiones porque su trazo siempre era indicado “milagrosamente” en el lugar. Para llegar a él, originalmente se ascendía por una vereda de barro amarillo, pero medio siglo después se le construyeron 137 gradas. En 1830 sus alrededores ya eran utilizados como cementerio oficial. 

En 1954 se concluye una reconstrucción y ampliación del Calvario gracias al apoyo económico de Rogelio Fernández y para 1961 el templo sufre una intervención arquitectónica nuevamente.

Su consagración se realizó el 21 de junio de 1961 por el Obispo de la Diócesis de la Verapaz, Monseñor Fray Raymundo Martin. El primer párroco al que se le dio el título de posesión de esta parroquia fue al Padre Fray Vicente Peña, el primer bautizo fue realizado el día 25 de junio de 1961.

Se amplió a mediados del siglo XX por trabajos de un Comité de Vecinos y se reconstruyó entre 1984 – 1985.

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